Vivimos inmersos en un sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la explotación ilimitada de recursos y la obtención de beneficio a corto plazo, como principales criterios de desarrollo de un territorio.
Pero, ¿se puede mantener este modelo de desarrollo en el tiempo? Es decir, ¿es sostenible?
La verdad es que no, y ya hoy en día se están empezando a sufrir las consecuencias a todos los niveles y en todo el mundo. Algunos de los efectos que estamos viviendo ya son:
Los problemas sociales, ambientales y económicos que se desprenden de nuestro actual modelo de desarrollo no son algo nuevo; pero sí están siendo cada vez más preocupantes.
En 1992 en la Cumbre de la Tierra (Conferencia de Río) la ONU impulsó el reto de abordar nuestro futuro a nivel global mediante el PROGRAMA AGENDA 21, el cual se basa en el principio: “pensar globalmente, actuar localmente”, esto es, tratar de solucionar las problemáticas antes mencionadas mediante la actuación de cada una de las Entidades Locales, dando ejemplo en la aplicación de criterios y hábitos respetuosos con el entorno natural y social, promoviendo la participación ciudadana, es decir, la implicación de la población en los asuntos colectivos que nos conciernen a todos y todas.
La Agenda 21 es un instrumento de gestión municipal que facilita la planificación del desarrollo local bajo los principios del desarrollo sostenible y con una visión global. Permite organizar y prever todas las acciones y proyectos necesarios de realizar en el municipio para caminar en pro del desarrollo sostenible y contribuir desde el ámbito local a mejorar la situación global.
El concepto de desarrollo sostenible hace referencia a garantizar la satisfacción de las necesidades locales del presente sin comprometer la capacidad de desarrollo de futuras generaciones. Además lleva implícitos conceptos como justicia social y equidad y tiene como elemento fundamental la implicación de toda la ciudadanía y todas las entidades públicas y privadas de una localidad.
Por ello la Agenda 21 se concibe como un compromiso de los gobiernos Municipales para actuar hacia la mejora continua y sostenible del territorio, tratando de integrar y de poner al servicio de la ciudadanía acciones que promuevan y garanticen la supervivencia y respeto por el entorno, la justicia social y el equilibrio económico, para que todos y todas podamos disfrutar de la riqueza natural y humana que se genera en el territorio. Esto se articula a través de un Plan de Acción, que es un conjunto ordenado y organizado de actuaciones encaminadas a resolver los problemas sociales, ambientales y económicos que afectan a un territorio como puede ser un municipio o una comarca.